"Unidos por la Democracia, la Libertad y la Constitución"

Anda el patio revuelto en general. El año 2019 ha empezado igual que acabó 2018. Con mucha convulsión, incertidumbre y conflictividad. Creíamos que habíamos visto y escuchado todo lo que parecía insuperablemente surrealista, cutre, casposo, malvado e inmundo con Donald Trump, el Presidente de los Estados Unidos.

Parecía difícil superar el listón de este individuo pero no. El mal también nos acecha cerca, cada vez más cerca.

Habíamos visto en un tal Mateo Salvini, el Viceprimer Ministro de Italia, otro ejemplo del mal, del neofascismo italiano que ha recuperado los valores de aquel amigo de Franco y Hitler que se llamaba Benito Mussolini. La República de Francia se tambalea amenazada por una extrema derecha encabezada por Le Pen que asusta. 

La Democracia es el sistema imperfecto más perfecto, sin duda. Y en su imperfección permite a individuos como Salvini, Trump, Le Pen o el tal Bolsonaro de Brasil ejercer el poder o acercarse a él por mandato de sus ciudadanos desde posturas de extrema derecha que atentan directamente contra los valores de la Libertad, la Democracia, la Solidaridad, la Igualdad, la Justicia o la Tolerancia.

Y desgraciadamente esa corriente de extrema derecha neofascista va reproduciéndose por todo el planeta contra los seres humanos más débiles, contra las personas migrantes, contra las mujeres, contra la solidaridad, contra la libertad y, en consecuencia, contra la Democracia, aunque de la Democracia se aprovechen para llegar al poder con sus ideas malvadas.

Creíamos superados los tiempos de los fascismos, los nazis, los franquistas, las dictaduras opresoras de la extrema derecha por el mundo. Creíamos que la evolución de la humanidad quería enterrar y olvidar, para que no se volvieran a repetir, los genocidios, los “paseíllos”, la represión, la persecución, las purgas. 

Creíamos que la Democracia y la Libertad eran los pilares fundamentales donde se asentarían los estados y países del mundo moderno para lograr una sociedad donde todos pudiéramos convivir independientemente de nuestras ideas, raza, religión, sexo o condición.

No es así. Desgraciadamente no es así.

España no podía permanecer ajena esa epidemia de neofascismo y se ha empezado a contagiar. Un ex parlamentario vasco del PP llamado Santiago Abascal ha resucitado en España el franquismo bajo unas siglas denominadas Vox. Han empezado en Andalucía y amenazan con difundir su “cruzada” por toda España bajo ideas de extrema derecha cuyo eje se basa en el “una, grande y libre” de Franco, el odio al inmigrante y la supremacía del hombre frente a la mujer. Es sin duda la nueva Falange Española y Tradicionalista de las JONS.

Más grave que esto, si es que fuera posible, es la competición iniciada por partidos supuestamente democráticos de la derecha como son PP y Ciudadanos que, para no perder o captar el electorado de extrema derecha, rivalizan con Vox para lanzar diatribas e ideas que a veces, incluso, superan las barbaridades que nacen de Abascal y sus esbirros.

Andalucía pretende ser el laboratorio de Casado, Rivera y Abascal para lanzar una ola de “neofranquismo” por toda España. Viejos nuevos valores que van contra la Solidaridad, contra la Igualdad entre hombres y mujeres, contra la libertad de expresión, contra la integración de los inmigrantes, contra la tolerancia o contra los valores constitucionales.

Para ello tienen como altavoces los aparatos “goebbelianos” de algunos medios de comunicación conservadores que han adaptado su estrategia informativa a la nueva ola de la extrema derecha para impedir que un Gobierno de izquierdas del PSOE se consolide y pueda cambiar el rumbo del país, cambiar la herencia nefasta del Partido Popular.

Se trata de ocultar la corrupción sistémica del Partido Popular, de tapar que la mayoría de los Ministros de Aznar están en la cárcel o procesados por corruptos y ladrones, de evitar que se hable de los recortes que destruyeron el sistema del bienestar implantado durante los gobiernos socialistas de la Democracia dinamitando la Sanidad y la Educación públicas y hundiendo a las clases medias y a los trabajadores.

Se trata de “difundir mentiras mil veces repetidas hasta convertirlas en verdad” como instauró el Ministro de Propaganda de Hitler, Joseph Goebbels. Se trata de recuperar la llave de la caja para seguir expoliando, robando  y desfalcando los recursos públicos de todos los ciudadanos. Y para ello han puesto en marcha todo el aparato propagandístico de mentiras, falacias, calumnias y difamaciones contra todos aquellos que representen una amenaza contra sus indecentes objetivos.

Tenemos que luchar contra la falacia, contra la mentira, contra la manipulación. Tenemos que luchar por la Libertad, por la Democracia y por los valores de la Constitución Española de 1.978. Y tenemos que luchar por la justicia social, por el estado del bienestar, por la distribución de la riqueza y porque los trabajadores, pensionistas, mujeres, jóvenes, niños y mayores no pierdan sus derechos, más aún de los que ya ha ido recortando el PP.

Tenemos que estar unidos contra la estulticia, contra la idiocia, contra la malicia, contra la codicia, contra la avaricia, contra la injusticia. Unidos contra el fascismo.

La amenaza franquista, la amenaza fascista, la amenaza de la extrema derecha ya está aquí. Y los trabajadores, los pensionistas, las mujeres, los hombres, los jóvenes, las personas buenas y  humildes tenemos que estar unidos para frenar esa amenaza.

Tenemos que estar unidos por la Democracia, la Libertad y la Constitución.